La novela policial
La novela policíaca, policial,
detectivesca o, con más amplitud y precisión, la novela criminal,
es una clase de textos o género
literario dentro de la novela,
que es a su vez un subgénero de la narrativa.
Su principal móvil lo constituye la resolución de
un caso enigmático. Por
tanto, se trata de una estructura novelística cerrada que concluye cuando se
cierra una investigación y se resuelven uno o más enigmas.
El protagonista resuelve el caso usando la razón
(siglos XVIII - XX), basándose en la
indagación y en la observación empírica, o usando la intuición y la acción
(novela policial estadounidense o novela negra). Suele ser
un detective (por ejemplo, el Sherlock Holmes de Arthur
Conan Doyle o el Hercule
Poirot de Agatha
Christie), policía (el Maigret de Georges Simenon),
periodista (el Gálvez de Jorge
Martínez Reverte), abogado (el Perry Mason de Erle
Stanley Gardner), criminalistas o aficionados (la Miss Marple de Agatha Christie, el padre Brown de Chesterton, el viejo del
rincón de Emmuska
Orczy, el recluso Isidro Parodi de Honorio
Bustos Domecq...) que investigan un hecho o una serie de
acontecimientos que se han producido entrevistándose con los personajes
implicados o examinando las pruebas e indicios que han quedado del crimen. Inversamente,
también puede tratarse de un delincuente que trata de librarse de las
consecuencias de sus actos (el Ripley de Patricia
Highsmith). Además, la novela policiaca, en su modalidad de novela negra, posee una
habilidad especial para retratar problemas morales, sociales y colectivos, en
la mayor parte de las ocasiones con un elevado nivel de conciencia crítica.
Aunque al principio solamente se mostraban los
hechos y las investigaciones del detective, después se fue poniendo mayor
énfasis en la vida y motivaciones del delincuente y en las raíces
socioculturales de la delincuencia
(novela negra).
La novela negra evolucionó y se vulgarizó gracias
a su éxito en colecciones populares hacia los subgéneros literarios pulp
como el hard
boiled o el thriller
(suspense). El relato criminal puede además mezclarse o hibridarse
incluso con la novela
fantástica, la ciencia-ficción
o la novela
histórica. Las novelas policíacas poseen todas ellas una línea común
que otorga cohesión a esta modalidad literaria, pero, al mismo tiempo, son tan
diferentes entre ellas como distintos son los numerosos autores que han
cultivado, y cultivan, este tipo de narrativa.
Antecedentes
Es un género tan moderno como la misma narrativa de
ciencia-ficción
y se desarrolló, como ella, durante los siglos XIX y XX; en sus inicios fue
calificada como "literatura barata" o "subliteratura",
porque el crimen era de por sí un tema antiestético y que se pensaba no podía alcanzar
trasfondo moral o artístico. La gente leía en los periódicos casos de crímenes o crónicas de sucesos cuya evolución seguía hasta
su resolución; algunas veces incluso se editaron colecciones de volúmenes que
contenían transcripciones o resúmenes de procesos judiciales famosos por su
morbosidad, su carácter escandaloso o su violencia. Esas son algunas de las
raíces de la novela policiaca moderna.
Entre las obras que dieron origen a este tipo de
escritos se encuentran varias manifestaciones literarias que expresaban
inquietud ante lo inexplicado, como la novela gótica o de
horror (siglo XVIII), en
donde se presentaban hechos terroríficos (El Monje de Matthew Lewis, 1796; Frankenstein, 1818) de Mary Shelley.
Algunas veces, como en este último ejemplo, se intentaban explicar esos
terrores recurriendo a la ciencia y a la lógica. Pero faltaba el personaje que
apaciguara la resolución de ese nuevo tipo de angustias de sesgo
fundamentalmente moderno que ya ni la religión ni la superstición podía calmar.
Por otra parte, la naciente novela de aventuras del Romanticismo describía un difícil o
accidentado viaje protagonizado generalmente por un héroe que encarnaba las virtudes de su
tiempo y conseguía vencer todo tipo de dificultades. Faltaba el escritor de
genio que uniese estos tres elementos: la crónica de sucesos, el misterio
inexplicado y el héroe aventurero que consigue resolverlo por procedimientos
ajustados a una nueva mentalidad lógica y materialista, propia de la clase media o burguesía.
La creación del género
La literatura policíaca se ha ido convirtiendo, con
el correr de los años, en un acontecimiento cultural de gran magnitud, como lo
prueba su creciente difusión y la estimable calidad literaria de algunos
autores que la han cultivado. La génesis de la novela policíaca tiene cabida
gracias al estadounidense Edgar Allan Poe con
sus cuentos Los crímenes de la calle Morgue (1841), El misterio de Marie Rogêt (1842-1843), La carta robada
(1844) y El escarabajo de oro (1843). Los tres primeros fueron
protagonizadas por Auguste
Dupin, el primer detective de ficción, que sirvió de modelo a uno de
los personajes arquetípicos del género, el detective Sherlock Holmes de
Sir Arthur Conan Doyle, quien considera dos aspectos al resolver
un crimen: se fundamenta en deducciones y se obliga a no adivinar nada.
Finalmente llega a conclusiones razonadas, como una máquina lógica perfecta.
Doyle, junto a Agatha
Christie y otros autores, llevaron el género a su madurez, formando
la llamada escuela inglesa de novela policíaca, caracterizada por un desarrollo
casi matemático de la trama, centrada en la resolución del enigma a través de
pistas y piezas que deben encajarse, fórmula intelectualizada y psicológica en sus
mejores momentos, que es desenvuelta casi siempre en espacios interiores y en
estratos sociales de clase alta. Entre los ingleses merece también citarse a Wilkie Collins quien,
con La
piedra lunar (The Moonstone, 1868) es considerado como uno de los
precursores del género (T.
S. Eliot). En Rusia, hay que citar desde luego a Alexándr Andréyevich Shkliarevski (1837 -
1883), quien anticipa ya el subgénero de la novela negra.
Se puede decir que el origen de la novela criminal
o de misterio tiene una fecha concreta. En 1844, Søren Kierkegaard publica El concepto de angustia, e
inmediatamente después ve la luz El cuervo, del propio Poe. No hay una
coincidencia fruto de la casualidad. Hay un estrecho margen de tiempo, más
bien, en el que la causalidad hace su trabajo. ¿Por qué aparece la novela
policíaca? Es el miedo, la “filosofía de la angustia” o “de la inseguridad” de
la que habla Kierkegaard,1 quien reina
en el alma de la gente. En una época convulsa aparece la neurosis de la
sociedad industrial. Algunos autores aprovecharán incluso este hecho para
opinar sobre el origen social de la novela policíaca desde un enfoque marxista.
Corrientes
El género policiaco posee dos vertientes
principales.
La primera, cronológicamente hablando, fue la escuela inglesa, centrada
en la resolución puramente intelectual de un crimen, sin que el análisis de los
aspectos sociales y morales del crimen tengan en ella una preponderancia clara;
suele ambientarse en los sectores altos de la sociedad y su autor
característico es Agatha
Christie; las intrigas de este tipo de escuela son muy elaboradas y
complejas.
La segunda es la escuela estadounidense,
centrada en la llamada novela
negra que en parte es una evolución de la escuela inglesa pero donde
se considera el crimen en su verdadero contexto social y moral, y describiendo
el entorno donde más se suele dar, las clases bajas y marginales de la
sociedad. Sus maestros son escritores como Dashiell Hammett y Raymond Chandler.
La novela negra concede importante papel a la agresividad y la acción, su tempo
es rápido, mientras que la escuela inglesa posee un tempo moroso y un
estilo más meditativo y tranquilo.
Como un subgénero puede destacarse lo que se
llama la novela negra invertida, narración en donde el criminal y su
crimen son descritos bien al principio de la obra, y sin esconder elementos.
Escuela inglesa
La escuela inglesa se diferencia por tener
aspectos más tranquilos y el personaje principal (el detective) se encuentra en
un rango social más alto que el de la novela negra. Trata los casos con
paciencia y los resuelve con un gran análisis lógico y empírico de las pruebas
(el llamado whodunit) que lo
llevará a saber quién es el culpable sin tener que recurrir a la violencia o al
uso de armas. Fue fundada
por Arthur Conan Doyle, Agatha Christie, Dorothy L. Sayers, Arthur Morrison, Ronald Knox, P. D. James y Edmund Crispin, y
sus principios fueron establecidos por el llamado Detection Club. Al
margen de este grupo hay que mencionar a Elizabeth Mackintosh, más conocida por su pseudónimo de Josephine Tey,
quien creó un híbrido de novela
histórica y policiaca y es considerada por algunos autora de la
mejor novela policiaca inglesa de todos los tiempos, The Daughter of Time
(1951).
Escuela norteamericana ( Novela negra)
La escuela norteamericana, de novela negra o hard-boiled, por el
contrario, se engendra y desarrolla en unas circunstancias sociales específicas
a raíz de la Gran
Depresión, que marca en la literatura policial la entrada de un
cierto Naturalismo:
- Un apartamiento de la intención evasiva y el surgir de una honda preocupación social y retorno al realismo en ambientes, fondos, personajes, temas y estilo.
- Aparición de nuevos escenarios tocados por la crisis y la corrupción…
- Un público proletario, trabajador, de clase baja y escaso poder adquisitivo, que pedía un lenguaje y unos fondos poco floreados, claros, entendibles y directos, impresos no en libro de tapa dura, sino en revistas, en forma de relatos cortos y papel económico o de mala calidad, el "papel de pulpa" o pulp.
Evolución del género
El género en los últimos años, cambió en
bastantes formas, de las cuales se pueden observar claramente dos: (1) la
mezcla de la novela negra y la escuela inglesa, que dieron como resultado
detectives con armas y entrenados para su uso (novela negra), al mismo tiempo
(2) también se sigue viendo el análisis que se hace para resolver el caso junto
a la observación (escuela inglesa).
Una de las razones de esa mezcla es que ahora la
mayoría de novelas policiacas que se ven por la televisión, son
producidas en Estados
Unidos de América , lugar en el cual se creó la novela negra; sin
embargo, aún se conservan los rasgos de análisis y observación de la escuela
inglesa, tal vez porque la hacen más interesante.
ESTRUCTURA DE UNA NOVELA POLICIAL
Tradicionalmente la novela
policial consta de 3 partes.
Exposición o planteamiento:
Es el espacio donde se plantea el
problema o situación que se va a relatar
en la novela. Aquí se determina el lugar de la escena, se presentan los
principales personajes y se dan a conocer los antecedentes de la acción.
También se describe el ambiente, la
circunstancia inicial y la relación entre los personajes que usualmente son el
detective, su ayudante, los sospechosos y la víctima.
Nudo :
Es la unión entre la exposición y
el desenlace. Aquí se plantea el problema que pueden ser varios pero casi
siempre se centra en el más importante.
En el nudo de la narrativa
policial, se intenta solucionar el enigma o problema planteado en la
exposición, es decir el proceso de la investigación del crimen en donde se hace
reconstrucción de los hechos a base de pistas encontradas, generalmente el
detective se plantea preguntas y busca responderla por medio de la deducción y
la comprensión intelectual.
Desenlace:
Se pone fin al conflicto,
restituyendo el equilibrio de la situación. Puede tratarse de un final feliz,
neutro o triste.
Esta estructura tradicional no
siempre se sigue al pie de la letra sobre todo en la moderna. Lo siguiente
también es posible
Principio in media res:
Cuando la novela inicia en plena
acción, sin la presentación previa de los personajes.
Estructura inversa:
Cuando el autor en las primeras
páginas de la novela anticipa el final y continúa el relato describiendo los
acontecimientos que llevaron a ese final.
Final abierto
Cuando el problema no se resuelve
y queda la sensación de que la novela traspasa sus propios límites.
ELEMENTOS DE LA NOVELA POLICIAL.
Dentro de los elementos de la
novela policial encontramos los siguientes:
La trama:
Es una
narración de los elementos que componen la novela, el relato no necesariamente
es cronológico, si no el orden que el
lector le da a los mismos.
El cuerpo
de la novela busca establecer conexiones
entre los elementos de la misma.
La trama
se divide en varios episodios que se
inicia con un problema del cual se desprenden hechos posteriores, sin este la trama no existe ya que la interacción de
sus elementos conduce a la resolución
del problema, es decir descubrir el
crimen.
El formato:
Por ser
un extenso relato, la novela se divide en capítulos que también pueden ser
extensos; cada capítulo a veces tiene un título e inclusive
van numerados. En ocasiones los capítulos pueden ir subdivididos y señaladas
por alguna marca de separación.
El narrador:
El autor y narrador no son lo mismo; autor es
quien escribe el libro y narrador es quien lo relata o cuenta; es decir es una
instancia creada por el autor.
La
clasificación se la realiza de acuerdo al punto de vista del narrador y son:
· Narrador en primera persona. Existen dos tipos de narradores en primera persona:
§ El
narrador protagonista, que cuenta su propia historia, y
§ El
narrador testigo, que es un personaje secundario que cuenta la historia de
otros, desde su punto de vista.
· Narrador en segunda persona. Utilizada muy poco por la dificultad narrativa, ya que la voz narrativa
se dirige a uno o varios personajes en forma directa.
· Narrador en tercera persona. Se lo conoce también como narrador “omnisciente” ya que conoce todo el
universo narrativo. No es un personaje conocido dentro del texto, sino que es
una voz externa que nos refiere a los sentimientos de los personajes, sus
acciones, sus pensamientos. Está en todos lados y tiene conocimiento del
pasado, del presente y del futuro.
· Narrador múltiple. También es posible encontrarse con enfoques narrativos múltiples, en
los que existe más de una voz o perspectiva narrativa.
Los personajes
Los
personajes en la obra narrativa son los seres que realizan las acciones que forman parte de la historia
que se cuenta. Normalmente son personas pero pueden ser animales o cosas
animadas.
En la novela pueden existir diversos tipos de personajes, dependiendo
de su importancia pueden ser:
·
· Personajes secundarios: Sostienen a los personajes principales en la trama, pero no son
fundamentales.
En una narración siempre se hace
una descripción del personaje, de que como es por dentro y por fuera y esta
puede ser una descripción física: su forma de vestir, su cabello, el color de
sus ojos, etc. y descripción psicológica:
las emociones, la psiquis del personaje, como se comporta, sus opiniones
y pensamientos.
En la novela policial los
personajes cumplen uno de los siguientes roles:
· El detective: personaje principal
· El ayudante: quien plantea preguntas al detective y frecuentemente es el
narrador de la novela.
· La víctima: si está viva es quien solicita los servicios del detective.
En el caso de estar muerta o incapacitada son sus deudos o el Estado quienes
acuden al detective para encontrar al autor del delito.
· Los sospechosos,: también son importantes, ya que el detective va
descartando posibilidades y armando el caso. En ocasiones el detective está
al tanto de quien es el culpable, ahí el
sospechoso no es parte de la novela, lo que importa en este caso es descubrir
por qué y cómo se cometió el crimen.
Buen trabajo. A muchos les ayudará a posicionar algunos conceptos.
ResponderEliminarEs bueno y ayuda bastante a saber de la novela policial
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